dedicated to Bonnie Ashley Harris...
I.
Habia un caballero que tenia una hijita llamada Alba.
Aunque este caballero era noble y rico, estaba triste porque su esposa se habia muerto y la nina necesitaba los cuidados y el amor de una madre.
Para consequir una madre para Albita el padre resolvio casarse otra vez.
Se dijo a si mismo:
-Conozco a una viuda llamada Belandra que puede ser una buena madre para Albita; ella tiene dos hijas que pueden ser como hermanos mayores para mi hijita.
El caballero y Albita fueron a visitar a la viuda y a sus hijas, llamadas Belisa y Benita.
La viuda, advertida ya de la visita, habia hecho muchos preparativos y Alba fue objeto de mil manifestaciones de carino.
-Que nina tan bella, simpatica e inteligente! - exclamo la viuda Belandra. - Mis hijas seran hermanas mayores para ella.
Le ensenaran a tocar el piano, a bailar, y a cocinar.
Y sus hijas movieren afirmativamente la cabeza.
El caballero estaba muy contento porque las tres trataban con tanto carino a su amada Albita.
Al poco tiempo se caso con la viuda y ella y sus hijas fueron a vivir en la hermosa casa de Albita y su padre.
Todos estuvieron muy contentos por algunos meses hasta que el padre tuvo que hacer un viaje largo del que nunca volvio.
Con la ausencia de su padre, las cosas empezaron a cambiar para Albita.
Belandra y sus hijas Belisa y Benita empezaron a tratarla a como una sirvienta.
II.
Albita tenia que levantarse al amanecer y trabajar hasta tarde por la noche.
Tenia que frefar el suelo, encender los fuegos, lavar los platos, dar de comer a los animales y servir a Belandra y a sus dos hijas.
Muy tarde en la noche, despues de limpiar la cocina, Albita estaba tan cansada que solia echarse para descansar sobre las cenizas junto al hogar.
Por eso todo el mundo vino a llamarla la Cenicienta.
Un dia se anuncio que Cristalin, el principe heredoro, seria presentado a la corte.
A la casa de Albita llego una invitacion del rey para la gran fiesta.
Belandra y sus hijas se volvieron locas de alegria.
A la media hora llegaban a la casa la sombrerera, la modista, el zapatero y el peluquero; pues la madrasta y sus hijas querian lucirse en la fiesa.
Las tres no dijeron a Albita que la invitacion le correspondia a ella por haber sido su padre noble y amigo del rey.
Llego la noche de la gran fiesta y Belandra y sus hijas partieron para el palacio despues de burlarse de la pobre Cenicienta.
La muchacha quedo sola en casa y empezo a llorar amargamente.
Por fin exclamo:
-Oh, mi Hada buena! Porque no estas conmigo?
-Aqui estoy - contesto una bella mujer que aparecio por encanto.
Era la buena Hada.
Estaba vestida con una tunica y tenia una varita en la mano.
-Siempre has sido buena y estoy dispuesta a ayudarte - dijo.
-Quieres ir a la fiesta, verdad?
-Si, si - respondido la Cenicienta. - Pero no tengo ni zapatos, ni vestido ni nada.
El Hada la toco con su varita y los harapos se convirtieron en un vestdio muy hermoso y sus zapatos rotos se convirtieron en zapatitos de cristal.
Entonces el Hada hizo de una calabaza un coche esplendido, convirtio cuatro ratoncitos en caballos, un raton en cochero, y dos langostas en lacayos.
III.
-Vete al palacio y diviertete mucho! - exclamo el Hada, - pero a las doce en punto se rompera el encanto y estaras como antes.
Tienes que salir del palacio antes de la medianoche.
-Lo hare, querida Hada - prometio la Cenicienta.
Y en seguida la joven subio en el coche y fue al palacio donde el principe Cristalin habia de ser presentado a la corte y donde tendria lugar la mas lujosa de las fiestas.
Cuando la Cenicienta entro en el palacio todos se quedaron admirados de su hermosura.
Cristalin la invito a bailar el primer baile con el, y despues, todos los otros bailes.
Ella y el principe encabezaron la gran marcha hacia el salon de banquetas y juntos gozaron de la cena exquisita.
La Cenicienta, por su gracia y belleza, fue la reina de la fiesta. Estaba tan feliz que el tiempo volo para ella, hasta que al volver la cabeza vio que el reloj estaba a punto de dar las doce.
La Cenicienta huyo y el principe corrio tras ella.
La bajarse la joven por la escalera, se le salto uno de sus zapatitos de cristal pero ella no se detuvo para recogerlo.
Huyo como un rayo e el principe la perdio de vista, pero se quedo con el zapatito de cristal.
Cuando ella llego fuera del palacio, el reloj del palacio empezo a dar las doce y la Cenicienta volvio a llevar su ropa vieja y remendada, con excepcion del zapatito de cristal, que ella resolvio guardar como recuerdo.
Despues de llegar la madrastra y sus dos hijas a casa contaron a la Cenicienta muchos cuentos sobre las atenciones que habian recibido del principe. La muchacho sonrio sin decir una palabra.
IV.
El principe Cristalin se puso tan triste al no poder hallar a la hermosa joven que se enfermo.
Los reyes, sus padres, hicieron fabricar copias del zapatito de cristal perdido. Entonces enviaron a varios nobles a todas las casas del reino a ver que mujer podria calzar la copia para que el principe se casara con ella.
Todas las jovenes del reino, sabiendo que el zapatito era muy pequeno, empezaron a hacerse masajes en los pies.
Por fin un noble enviado por el rey llego con una copia del zapatito a la casa de Cenicienta. La madrastra y sus dos hijas trataron de calzarse el zapatito, pero sin exito.
El noble hallo a la Cenicienta en la cocina y ella facilmente metio su pequeno pie en el zapato y mostro al caballero el otro de cristal que ella habia escondido.
Despues, todo paso como un sueno. Los reyes lloraron de alegria y el principe se recupero y se sintio muy feliz.
El rey anuncio la proxima boda de su hijo, el principe Cristalin, con la princesa Alba.
Se hicieron mil festejos en el palacio y por todo el reino.
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